El museo que crece dentro de una fábrica de conservas
El Museo Massó acoge el legado cultural que durante generaciones fue creciendo en el seno de esta familia de empresarios de la conserva con unas inquietudes culturales poco habituales.
A partir de 1928 la vieja fábrica conservera Massó se prepara para acoger la biblioteca de libros antiguos y las colecciones sobre la historia de la navegación que habían sido reunidas a lo largo de tres generaciones, para integrarlas entonces como un museo dentro del complejo fabril de Bueu.
Poco a poco, a medida que se amplía la fábrica, las colecciones y la biblioteca irán extendiéndose dentro de las antiguas instalaciones industriales que se liberan de la actividad productiva. El museo crece dentro de la fábrica de conservas. Después del cierre de la conservera en 1992, y del desafortunado derribo de gran parte de las arquitecturas industriales, esta situación se invierte y será el museo el que asuma el papel de salvaguarda de lo que sobrevivió de aquella industria.
En 1994, después del cierre de la fábrica de Bueu, la colección y una parte de los edificios de la antigua conservera que ocupaba el museo fueron adquiridos por la Xunta de Galicia. En 2009 el Ayuntamiento de Bueu le cedió el resto de las edificaciones que se salvaron del derribo para integrarlas en el museo.